¿Qué es el Qi?
El Qi es un término difícil de traducir, pero pudiéramos decir que no es simplemente una energía como la electricidad o el calor. Es una fuerza vital que circula dentro de nosotros y también a nuestro alrededor, estimulando todos los aspectos de nuestra existencia: desde el metabolismo celular hasta el pensamiento, desde los latidos del corazón hasta nuestras emociones.
El Qi también se refiere a todo aquello que es tangible pero también a lo intangible, como su carácter tradicional chino lo indica. Lo tangible se refiere a la forma material como el cuerpo humano, y lo intangible se refiere a lo inmaterial como la función de cada órgano y sistema en nuestro cuerpo.
La Medicina China considera que el Qi fluye por una red de canales llamada meridianos, conectando órganos, tejidos y sistemas entre sí. Es por eso que la Medicina China considera el organismo como un todo indivisible, la teoría del holismo.
Cuando este flujo es armonioso, el cuerpo funciona bien; cuando hay bloqueos, insuficiencia o desarmonía del Qi, aparecen síntomas físicos, emocionales o mentales, aparece la enfermedad.
El libro clásico de Medicina China Huangdi Neijing (“Canon interno del Emperador Amarillo”) dice que:
“[…] cuando el Qi se aglutina, el cuerpo físico se forma; cuando el Qi se dispersa, el cuerpo muere. Si fluye con la vida produce salud, si se bloquea produce enfermedad. Si se concentra se le llama materia, si se esparce se le llama espacio”.
Tipos de Qi según la Medicina China
La tradición reconoce distintos tipos de Qi, como:
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Qi del Cielo Anterior (Yuan Qi): La energía con la que nacemos, heredada de nuestros padres.
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Qi del Cielo Posterior (Gu Qi y Kong Qi): Derivado del aire que respiramos y los alimentos que consumimos.
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Wei Qi: Una forma defensiva del Qi que circula en la superficie del cuerpo, protegiéndonos de enfermedades.
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Zhen Qi: El Qi verdadero que se manifiesta en nuestras funciones vitales.
Cada uno de estos tipos de Qi cumple funciones específicas y requiere cuidados distintos. También existe el Qi de cada órgano del cuerpo, lo que conocemos como Energía Funcional.
El Qi y la salud emocional
Una de las enseñanzas más interesantes de la MTC es que las emociones también son formas de Qi. Las emociones en estado normal son una respuesta fisiológica saludable, pero cuando se presentan en exceso pueden alterar el Qi y causar enfermedad. Por ejemplo, el miedo puede hacer que el Qi descienda, la ira lo hace ascender, la preocupación lo estanca, la tristeza lo debilita, la alegría en exceso lo dispersa. Por eso, una parte importante de mantener la salud energética es aprender a regular nuestras emociones y cultivar estados internos más armónicos, como la calma, la gratitud y la paciencia.
¿Cómo se cultiva el Qi?
Hay muchas maneras de nutrir, mover y armonizar el Qi, y muchas de ellas están al alcance de todos. Aquí algunas prácticas recomendadas:
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Qigong y Tai Chi: Movimientos lentos y conscientes, acompañados de respiración, diseñados para movilizar el Qi y desbloquear los canales energéticos.
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Acupuntura: Estimula puntos específicos del cuerpo para balancear y estimular el flujo del Qi.
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Ventosas: La succión impulsa el flujo del Qi y la sangre en los meridianos, relaja músculos y activa la eliminación de toxinas por el sistema linfático.
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Moxibustión: Aplicación de calor con un tabaco hecho de la planta artemisa sobre puntos energéticos para tonificar el Qi.
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Alimentación energética: Escoger alimentos según su naturaleza energética (fría, caliente, neutra) y su afinidad con determinados órganos. También conocido como alimentos Yin y alimentos Yang.
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Respiración consciente: Técnicas como la respiración abdominal ayudan a generar y distribuir mejor el Qi.
El Qi en la vida cotidiana
A veces olvidamos que cultivar el Qi no requiere fórmulas complejas. Está en cosas tan simples como dormir bien, cuidar la alimentación, mantener un buen balance entre el descanso y el trabajo, entre la actividad física y el sedentarismo, disfrutar un paseo al sol, escuchar música que nos nutre o practicar la gratitud cada mañana. La medicina china nos recuerda que vivir con presencia, conexión y armonía es medicina en sí misma.
La visión holística del cuerpo y la energía
A diferencia de otras corrientes médicas más fragmentadas, la MTC observa al ser humano como un todo indivisible: cuerpo, mente, espíritu y entorno están profundamente interconectados.
La naturaleza, los cambios climáticos y lo que sucede en la sociedad también influyen en nuestra salud. Esta mirada permite abordar el malestar desde la raíz, no solo aliviando síntomas, sino buscando restaurar el equilibrio energético global del ser.
El Qi no es un concepto esotérico o alejado de nuestra realidad. Es una invitación a reconectar con nuestros ritmos naturales, a escuchar el cuerpo, a movernos desde la intención y a vivir con mayor conciencia.
Cuando aprendemos a sentir y cuidar nuestra energía vital, abrimos la puerta a una salud más integral, duradera y equilibrada.
Sobre la autora
Kasandra Muntianu es Licenciada y Máster en Medicina Tradicional China y Acupuntura por la Universidad de Medicina China de Beijing, terapeuta corporal y guía de sesiones de meditación y Qigong. Su trabajo integra sabiduría ancestral y bienestar moderno para acompañar procesos de sanación profunda.



