Los vínculos que construyes, las personas que eliges y la red que te sostiene son una parte fundamental de tu bienestar emocional. Pero antes de hablar de los demás, hay un vínculo que determina todos los otros: el vínculo que tienes contigo misma.
Cómo te hablas, cómo te acompañas, si te pones de prioridad, si te permites brillar o te apagas para no incomodar, si dejas de hacer cosas por miedo a decepcionar a otros.
Todo esto condiciona la forma en la que creas relaciones afuera.
No necesitas ser la más sociable, ni tener un grupo enorme de amigas. Yo, personalmente, tengo amistades contadas con los dedos… y profundamente valiosas. Pero durante muchos años no me abría a crear vínculos porque tenía miedo: miedo a no ser suficiente, a no encajar, a volver a sentir lo que alguna vez me hirió.
Como mentora y coach de mujeres, he acompañado muchas historias donde un vínculo se rompió, no se sanó, y desde ahí se cerró una puerta interna. Cuando no se repara esa herida, aparece la alerta constante: el miedo a confiar, el miedo a abrirte, el miedo a construir algo genuino con alguien.
Y lo trabajamos porque lo entiendo, yo también estuve ahí.
Tras una experiencia en la que sentí que me fallaron y esa relación se quebró, algo en mí también lo hizo. Cerré mi corazón sin darme cuenta, dejé de crear vínculos profundos y me volví autosuficiente… pero desde la protección, no desde la paz.
Con el tiempo, y con trabajo interno, entendí algo importante:
cuando sanas ese vínculo roto, te abres a que la vida te regale personas nuevas.
Y así fue. Decidí priorizar mi bienestar emocional y permitir que nuevas amistades llegaran a mi vida. Y las que están por venir también.
Los vínculos no se limitan solo a amigas.
También son familia.
Y, aunque muchas veces no lo pensamos así, también son nuestras mascotas.
Ellas fueron una pieza clave en mi infancia: compañía, consuelo, presencia… otro tipo de amor que sostiene sin pedir nada.
Otro vínculo esencial es la pareja —si la tienes—. Hace poco hablaba con una amiga sobre sus logros y le recordé algo que a veces olvidamos: sí, los logros son de ella, nacen de su fuerza y de su movimiento… pero también de quienes estuvieron a su lado creyendo en ella cuando a veces dudaba o incluso sosteniéndola. Su pareja. Sus amigas. Su círculo. La red importa.
Diciembre: un mes para recordar la importancia de los vínculos
Esta edición especial de diciembre es una invitación a mirar tus relaciones con suavidad.
Es un mes familiar, tierno, sensible… a veces nostálgico.
Si tu familia de sangre está lejos o ya no está, recuerda que también tienes tu familia elegida: las personas que caminan contigo, que te escuchan, que te sostienen, que celebran tus logros y te abrazan sin condiciones.
Este mes, demuéstrales amor, o hace falta algo grande:
Una sonrisa, un mensaje bonito, un detalle, tu compañía, tu tiempo, todo se aprecia, todo suma, todo nutre.
No cierres tu corazón, te prometo que hay personas allá afuera deseando construir contigo una amistad hermosa, consciente y sana.
Con amor,
Estefy
Felices fiestas ✨ 🎄
Sobre la autora:
Estefany Jiménez Bocanegra (@estefyjzbocanegra), acompaña a mujeres en su proceso de reconexión con su autoestima, energía femenina y poder interior. A través de terapias holísticas, meditación, aceptación corporal y coaching, enseña desde su experiencia que no existe una verdad absoluta: solo el camino de cada una hacia su propia autenticidad.
